VALLE DE TESALIA

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 10, VI Parte

Lo cierto es que la muerte de la serpiente Pitón hizo que el protagonista de semejante suceso, es decir, muy especialmente el dios Apolo, tuviera que purificarse. La muerte de la serpiente Pitón confirió al dios cierta impureza de espíritu, pues, a pesar de las muchas interpretaciones en favor de la actuación del dios, sin embargo, existen autores que piensan que Apolo mató a la Pitón por un interés personal —y no porque hiciera daño a hombres y ganado—, derivado de la querencia del dios por tener un oráculo propio; cosa comprensible dadas las dotes de adivino que indudablemente poseía.

Puesto que la serpiente era hija de la madre Tierra, poseía la virtud de emitir veredictos ante determinadas cuestiones que se le plantearan. Por lo mismo, al decir de ciertos mitólogos, desarrollaba tareas de oráculo. Esto convertía al monstruo en enemigo y rival del dios Apolo, de aquí la lucha entre ambos y la posterior victoria de este último. Por lo demás todas las sociedades ancestrales han tenido muy en cuenta el mito de la serpiente —representando el mal y el daño, la oscuridad y el abismo— y el dios poderoso que logra darle muerte, y que simboliza la lucha del mal contra el bien, de la luz contra la oscuridad, del amor contra el odio...

Para cumplir con el rito de su purificación, Apolo sube al carro tirado por blancos cisne —la blancura de los cisnes simboliza la luz y la claridad irradiadas por Apolo— y, aunque en un principio se dirigirá hacia Delfos, sin embargo terminaría por asentarse en un plácido y verde valle situado entre las dos míticas montañas de Ossa y Olimpos. Aquí llevó a cabo el dios Apolo su purificación y, desde entonces, ese idílico y paradisíaco lugar será conocido con el nombre de "Valle de Tesalia".

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