MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 14, VII Parte
A continuación, y según sigue explicando Homero,
"El dios puso al fuego duro bronce, estaño, oro precioso y plata; colocó en el tajo el gran yunque, y cogió con una mano el pesado martillo y con la otra las tenazas.
Hizo lo primero de todo un escudo grande y fuerte, de variada labor, con triple cenefa brillante y reluciente, provisto de una abrazadera de plata. Cinco capas tenía el escudo, y en la superior grabó el dios muchas artísticas figuras, con sabia inteligencia.
Allí puso la tierra, el cielo, el mar, el sol infatigable y la luna llena; allí, las estrellas que el cielo coronan...
Allí representó también dos ciudades de hombres dotados de palabra. En la una se celebraban bodas y banquetes: las novias salían de sus habitaciones y eran acompañadas por la ciudad a la luz de antorchas encendidas...
La otra ciudad aparecía cercada por dos hirsutos cuyos individuos, revestidos de lucientes armaduras, no estaban acordes: los del primero querían arruinar la plaza, y los otros deseaban dividir en dos partes cuantas riquezas encerraba la hermosa población...
Representó también una blanda tierra noval, un campo fértil y vasto que se labraba por tercera vez...
Grabó asimismo un campo de crecidas mieses que los jóvenes segaban con hoces afiladas: muchos manojos caían al suelo a lo largo del surco, y con ellos formaban gavillas los espigadores...
También entalló una hermosa viña de oro, cuyas cepas aparecían cargadas de negros racimos".
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