MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 21, XIII Parte
Una vez más, la versión que Ovidio da del mito de las Gorgonas y de Medusa difiere sensiblemente de la leyenda tradicional:
"Al final del banquete, cuando ya todos los ánimos estaban arrullados por el optimismo de los vinos, habló Perseo acerca de las costumbres y usos del país. Cefeo rogóle que les contara cómo consiguió aquella cabeza de Medusa cuyos cabellos no eran sino víboras. "En el reino del Atlas — dijo Perseo— existe una ciudad fortificada con altas murallas cuya custodia fue confiada a las hijas de Forcis, que tenían un solo ojo para ambas. Aprovechando el momento en que una de ellas prestaba el ojo a la otra, yo penetré en la ciudad y llegué hasta el palacio de las Gorgonas, adornado con las figuras de las fieras y de los hombres a los que la vista de Medusa había petrificado. Para evitar que me encantase a mí yo no la miré sino reflejada en mí escudo. Aproveché su sueño y le cercené la cabeza."
Preguntáronle después a Perseo por qué Medusa tenía serpientes en vez de cabellos. "Es una historia digna de vuestra curiosidad. Os la voy a contar. Medusa, en un tiempo, fue la más amable de las criaturas. Inspiró grandes pasiones. Pero estaba enamorada sobre todo de sus cabellos. Poseidón y ella profanaron un templo de Atenea, ante cuyos ojos pusieron su propio escudo para que no viera cómo retozaban. Para castigar tamaño desacato, cada cabello de seda y oro de Medusa se transformó en una inmunda víbora... Víboras que, grabadas en su escudo, utiliza ahora ella para vengarse de sus enemigos"."
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