HABITANTES DE LAS SOMBRAS

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 21, XII Parte

Hades/Plutón no estaba solo en el vasto mundo del mal, sino que le acompañaban ciertas criaturas que, cuando menos, bien pudieran calificarse de siniestras. De entre ellas, las más conocidas, aparte de servidores como el barquero Caronte, o el propio perro Cerbero, eran las Gorgonas, las Furias y las Parcas.

Fue el gran narrador Hesíodo quien dio cuenta de la existencia de las Gorgonas y de sus funciones y atributos. Según explica en sus obras, las Gorgonas eran tres hermanas que tenían figura de monstruos marinos. Sus cabellos eran serpientes y su dentadura era gigante; tenían el cuerpo con figura de mujer y unas enormes alas sobresalen desde su nuca y su espalda. La más célebre de las tres hermanas era Medusa, de la cual se cuentan leyendas que la relacionan con la mortalidad; sus dos hermanas, Esteno y Euríale, en cambio, tenían la cualidad de la inmortalidad.

Medusa era una especie de monstruo alado, con una lengua larga y afiladas uñas, sus cabellos eran sierpes y sus enormes dientes se asemejaban a cuchillos afilados. La iconografía de todos los tiempos nos muestra escenas en las que aparece un hombre intentando decapitar a Medusa. Se trata de representaciones de la famosa leyenda del héroe Perseo.

En ella se narran las peripecias de este héroe que durante sus viajes por el mundo entero se encontrará con tres monstruos con alas de oro, colmillos de jabalí y cabezas cubiertas de serpientes. Se los conoce por el nombre de Gorgonas y uno de ellos le dirige su mirada y le ataca, pero el héroe evita todo daño —pues se decía que, sobre todo Medusa, tenía poder para petrificar con su mirada a toda criatura— y, en un alarde de valor, corta la cabeza de Medusa y huye con ella a lomos del mítico caballo alado Pegaso. Así, arribará más tarde a la isla de Sérifos, la cual está gobernada por el rey Polidectes, que pretenda casarse con Dánae, madre de Perseo, a lo que éste se oponía expresamente. En ausencia del héroe, Polidectes intentó violar a Dánae. Enterado Perseo, se propuso escarmentarle y, al mismo tiempo, devolver la merecida dignidad a su madre que, para evitar ser mancillada por el corrupto rey, se había refugiado en un templo. Perseo puso ante Polidectes la horrible cabeza de Medusa y, al instante, éste quedó convertido en una piedra informe. A continuación, el héroe se erigió en rey y regaló la cabeza de Medusa a la diosa Atenea, que la colocó en el lugar más destacado y visible de su escudo.

No hay comentarios: