AFRODITA HACE TRAMPAS A LA JUSTICIA

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 15, XI Parte

Con ayuda de los encantamientos de su ceñidor y de su muy estimable belleza física, a Afrodita le fue fácil hacer que Adonis se olvidase de la que fue su madre adoptiva y dejara sin vigencia las vacaciones pacta das por Calíope. Perséfone se cegó y no pensó en nada más que en el castigo a su enemiga. Así que se marchó en busca de Ares, antiguo amante de Afrodita, para contarle con pelos y señales cómo Adonis había logrado de la diosa tanta pasión, mucha más de la que Ares jamás despertó en ella. Ares, que era bruto por naturaleza, cayó en la trampa de los celos y decidió, trastocado en jabalí, visitar al presuntuoso Adonis en su terreno, para darle la lección definitiva, la de que él, Ares, había sido y sería mucho mejor amante que nadie, por muy Adonis que él fuera. Llegó la bestia al monte Líbano, en donde Adonis se divertía cazando, a la vera de su enamorada. Ares arremetió contra el joven y lo destrozó totalmente, desgarrándolo con sus colmillos. Muerto Adonis, Afrodita volvió a implorar a Zeus, bañada en llanto, pidiendo esta vez que su Adonis, que ahora estaría en el infernal y eterno reino de Perséfone, pudiera gozar de una libertad anual, que fuera medio año para las tinieblas y otro medio para el sol del verano. Zeus, conmovido por estas complicadas historias de amor, como muchas de las que él había vivido, concedió el deseo a Afrodita y así, para siempre, al llegar el calor del verano, Adonis sale de su encierro en el Tártaro y se reúne con su amada, para pasar las noches queriéndose, durmiendo estrechamente abrazados, bajo la bóveda cálida del firmamento griego.

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