UN HIMNO A DEMETER

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 19, XIII Parte

El verdadero simbolismo mítico de la diosa Deméter/Ceres se encuentra desarrollado en el "Himno homérico a Deméter", en el que quizá lo más destacado sea la relación constante con Proserpina, su amada hija. Los hechos que expuestos explican el porqué de esa actitud mantenida por la diosa, en contra de la opinión de los demás dioses del Olimpo, y que consista en seguir por todos los caminos del mundo el posible rastro de su hija Proserpina.

Sólo los bosques y prados de Sicilia habían sido testigos directos de la desaparición de la querida hija de Ceres, la diosa que oyó un grito desgarrador y supo que Proserpina/Perséfone había traspasado la frontera del abismo. Lo que nunca sospechó fue que el propio Zeus había tomado parte en tan vergonzosa acción. Lo cierto es que, después de haber oído tan desgarrador grito, proveniente de la garganta de su hija, la diosa Deméter/Ceres perdió la razón y una terrible angustia se apoderó de ella. Para calmarse, inició una búsqueda infructuosa y llena de incertidumbre. Estuvo vagando por la tierra durante más de nueve días y nueve noches, y en sus manos llevaba dos antorchas encendidas. No se concedía descanso ni refrigerio alguno hasta que, por fin, y a punto ya de desfallecer, se encontró con la "titánide" Hécate que también había oído el desgarrador grito de Proserpina y, aunque no pudo identificar a su raptor, sin embargo, le manifestó a Deméter que la cabeza de éste se hallaba cubierta por oscuras sombras. Un dato tan significativo era suficiente para alertar a la diosa. No obstante, decidió consultar a Helios/Sol —que, desde su altura, se percataba de todo— y éste le confirmó sus sospechas: el ladrón de su hija había sido Hades, el dios de la oscuridad y de las tinieblas insondables del abismo.

No hay comentarios: