UN CAMPO TRES VECES ARADO

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 19, XII Parte

También se narran otras leyendas amorosas en las que aparece como protagonista la diosa Deméter. Según éstas, existiría un productivo campo, cuya tierra ya había sido removida y mullida por tres veces, en el que se encontrarían la diosa y un joven del que, al punto, se enamoraría. Se trataba del bello hijo de la pléyade Electra. Fruto de la unión entre ambos sería Pluto que, según opinión de los antiguos clásicos, simbolizaba la riqueza y ayudaba únicamente a quienes tenían como norma de su vida la equidad y la justicia.

Algunas versiones de esta fábula señalan que, más tarde, Pluto se volvió ciego, puesto que había gente malvada que poseía riquezas, es decir, que se sentía asistida por los favores de semejante dispensador de bienes y fortuna. Hasta en las representaciones de la época se hacían conjeturas respecto a la ceguera de quien personificaba la riqueza; ya que ésta, según pregonaban chuscos persones de las comedias del célebre Aristófanes, se repartían por igual entre buenos y malos. También se lucubraba sobre la hipótesis de que Pluto hubiera sido curado de su ceguera, en cuyo caso el mundo se habría transformado de forma cualitativa, y el materialismo y las relaciones basadas en intereses crematísticos y económicos cederían su lugar a otros aspectos decididamente más humanos.

La iconografía de todos los tiempos representaba a Pluto portando el cuerno de la abundancia y, por lo general, se resaltaba su aspecto juvenil; aunque, a veces, aparecía bajo la figura de un niño que las ninfas, o las "Horas", sostenían en sus brazos.

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