LUGARES MITICOS

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 1

Nuestros antepasados se sintieron insatisfechos ante la pobreza de acontecimientos que su vida cotidiana les deparaba. Además, al ignorar el verdadero alcance de ciertos fenómenos naturales, como el rayo y el trueno que se producían cuando se desataba una tormenta, en ocasiones sentían incertidumbre y miedo. Miedo a la muerte, al hambre, a la enfermedad, a la inmensidad del cosmos, a lo desconocido y a la soledad.

Ya tenían el amparo y la comprensión de su grupo y de su propia familia pero, sin embargo, esto no era suficiente para hacer desaparecer su angustia y su zozobra.

Entonces se disponen a forjar en su mente ideas que les lleven cierta clase de serenidad y calma que, cuando menos, contengan en sí mismas toda la energía del infinito, de lo inmutable y de lo eterno. Necesitan la protección, no sólo del padre terrenal y progenitor, sino también la del padre celestial y hacedor.

Por otra parte, ellos mismos llegaban un día a ser padres terrenales y tenían ocasión de constatar su insignificancia e inseguridad. Todavía deberían proseguir en busca de algo grandioso y vigoroso, firme y seguro, que no hallaban en su interior. Aún permanecía latente en ellos su ansia de inmortalidad, de infinitud, de eternidad... Había que seguir adelante y descubrir otros mundos, otras mentes, otras acciones excepcionales.

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