EL VINO EN ICARIA

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 20, X Parte

Tras el incidente con Licurgo, el sosegado Dioniso, ahora ya más tranquilo, al haber recuperado la cordura, convertido en un joven madurado a la fuerza, pasó a recorrer su mundo, la Grecia clásica, con una misión muy diferente de la guerrera que le había llevado hasta las Indias. Se trataba de hacer conocer a todos los buenos hombres la existencia de la vid y la bendición del vino, y con ese bagaje de felicidad agrícola, se llegó hasta las tierras de Icaria. A su soberano le enseñó Dioniso el cultivo de la uva y la elaboración de los vinos, con tan buen resultado que su rey Icario logró el primer vino producido por los seres humanos. Entusiasmado por el éxito de la cosecha y el excelente sabor de sus caldos, Icario se fue por todo el reino invitando generosamente a sus súbditos a disfrutar del vino reciente. Bebieron los lugareños en abundancia, y al poco se sintieron sorprendidos por los extraños efectos que aquel vino les producía. Estaban alegres y confusos; sentían al mismo tiempo el terror del mareo creciente y la pérdida de la visión, pero su euforia y la pérdida de la conciencia también aumentaba con el vino. Para explicarse esas desconocidas sensaciones, se dijeron poseídos por algún poder desconocido y quisieron creer que habían sido envenenados por Icario, sin poder ni siquiera llegar a sospechar que eran ellos los primeros seres embriagados del Mediterráneo. Su reacción fue expeditiva: matar a quien les había embrujado de tal modo, al buen rey Icario. Tras asesinarlo, los campesinos decidieron sepultar su cuerpo al pie de un pino, para ocultar el hecho, del cual ahora, una vez pasados los efectos del vino, empezaban a asustarse y avergonzarse. Así lo hicieron, creyendo haber encontrado la fórmula de ponerse a salvo de su responsabilidad, y después se fueron hacia la orilla del mar, para aumentar la distancia al lugar del crimen.

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