CEREMONIAL INICIATICO

MITOLOGÍA UNIVERSAL Capítulo 19, V Parte

Para conseguir acceder a las entrañas de los misterios y a su significación y simbolismo se necesitaba la ayuda de otras personas ya introducidas en la maraña emblemática de aquéllos y, además, había que superar pruebas marcadas por los guardianes de la ortodoxia de los mismos.

Los iniciados y aspirantes, como requisito indispensable, deberían proveerse de padrinos, los cuales se encargarían de presentarlos ante los sacerdotes o hierofantes, que eran los únicos que conocían los entresijos de toda la parafernalia de los misterios.

No todos, sin embargo, podían acceder a la situación de iniciado o aspirante. Sólo los ciudadanos libres, siempre que acreditaran una conducta intachable serían, a la postre, seleccionados. Los extranjeros y todos aquellos que, aun gozando de su prerrogativa de ciudadanos atenienses, tuvieran alguna cuenta pendiente con la justicia quedaban irremisiblemente excluidos y se les negaba su derecho a pertenecer al grupo de los neófitos.

Estos misterios de Eleusis, denominados también "misterios de la vida y de la muerte", se desarrollaban en el mayor de los secretos. Nada de lo que sucediera después de la ceremonia de iniciado era susceptible de ser narrado por el neófito. Por todo ello, parece difícil conocer con detalle los distintos datos fehacientes que pudieran aseverar las diferentes versiones que de tales eventos han llegado hasta nosotros a través, en muchas ocasiones, de narraciones apócrifas y espurias. No obstante, se sabe que en la iniciación primaba lo simbólico y lo emblemático.

No hay comentarios: